Después de 82 días de protesta, finalmente la coalición opositora venezolana decidió oficializar la activación del artículo 350 de la Constitución. Esta norma de la Carta Magna que declara como necesaria la desobediencia civil ante autoridades que no cumplen con los principios y valores establecidos, y además violan los DDHH, dejaba a la expectativa la mecánica de su aplicación.
Venezuela Al Día / Daniela Martin
Fueron horas de confusión y también de paralización. Tras escuchar la declaratoria de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), los venezolanos se mantenían a la espera de las directrices que los guiara a lo que había sido denominado como la mayor escalada en cuanto a las protestas de calle.
Mientras ello sucedía, un factor importante impedía que se tomarán las riendas de esta nueva etapa por las propias manos del ciudadano. El temor que habían infundado los últimos allanamientos y ataques a la propiedad privada por parte de los cuerpos de seguridad del Estado junto a colectivos armados, había logrado su objetivo.
La canción que dedicaron a los jóvenes luchadores en las protestas(Video)
Estos “ejercicios” que aplicó el gobierno de Nicolás Maduro para buscar neutralizar las manifestaciones pacíficas y espontáneas en su contra, se convirtieron en su plato fuerte.
El asedio de paramilitares en complicidad con al menos cuatro organismos de seguridad -PNB, GNB, Cicpc y el Conas-, a urbanizaciones como Los Verdes en El Paraíso, Parque Caracas y Mirador en La Candelaria, Bloques 1 y 2 del sector La Vega, barrio El Pedregal en Chacao y barrio 5 de Julio en La Urbina se trató de un experimento basado en el terrorismo de Estado que tuvo alcance en la paralización de las protestas.
Las cacerolas ya casi no suenan, y si lo hacen se escuchan detonaciones que avisan que “siguen” en la zona. Es una amenaza constante para quienes exigían desde el resguardo de sus hogares la restitución de la democracia en el país. Es entonces, cuando el llamado a desobediencia civil se desvanece entre el terror a ser invadido nuevamente por un grupo de encapuchados, supuestamente oficiales, solo por exigir respeto.
Aclaratoria
En medio de la confusión y el miedo, juristas, periodistas y expertos en materia constitucional se dedicaron a aclarar que más que aplicar la desobediencia civil por parte de la ciudadanía, es necesaria la participación de funcionarios ajenos a la Asamblea Nacional (AN), que en este caso ha sido la principal afectada por el “golpe de Estado”.
¡Incansables! Venezolanos se concentran frente a La Carlota
La invocación del artículo 350, que para algunos ya se venía ejerciendo con las masivas protestas desde principios de abril, se trata realmente de una reafirmación frente a la ruptura del orden constitucional en Venezuela. Es un llamado directo a la Fuerza Armada Nacional (FAN) y al resto de los Poderes a sumarse a esta convocatoria.
La colaboración de los ciudadanos se obtiene simplemente de la misma forma en que venía dándose. Participación en la calle bajo los lineamientos de la MUD y el desconocimiento a los Poderes que no sigan el orden democrático. El 350 es una norma que debe aplicarse como tal, no activarse.
No se trata de encender barricadas en cada esquina y a cada hora. Al entenderse este punto, los ciudadanos comprenderán que el granito de arena es seguir el patrón establecido de hace más de 2 meses. La desobediencia civil es imposible que sea frenada por amedrentamientos de ningún tipo.
La decisión de aplicarla refiere a un momento preciso en que se le exija. Un ejemplo de ello, es la postura que fijaron algunos universidades del país al momento de que les fue requerida la data estudiantil por el gobierno central. Se negaron, aplicaron el 350.
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