El paro nacional que ha asomado la oposición venezolana como escalada de las protestas que aplica contra el gobierno de Nicolás Maduro, presenta varios contras que son encabezados en su mayoría por los principales protagonistas.
Daniela Mati/ Venezuela Al Día
Para la paralización total del país, es necesaria la participación de las patronales, como lo han expuesto los actores de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Sin embargo, algunos de ellos ya se han pronunciado sobre el tema, con el cual no se muestran convencidos.
La idea del paro no ha sido completamente discutida dentro de la coalición opositora. Aun así, la estrategia ya se encuentra planteada y a la espera de un debate formal, que permita darle paso a la convocatoria.
Mientras tanto, el freno mayor lo ponen los representantes de industrias y empresas privadas, que aunque no se niegan rotundamente dejan ver que una medida como esta afectaría en “exceso” la economía venezolana.
Juan Pablo Olalquiaga, presidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria) ha adelantado en sus declaraciones que un día no laborable en Venezuela implica que se deja de producir 143 millones de dólares, por lo que un paro se traduciría en una pérdida multimillonaria para el país, que ya se encuentra medianamente paralizado.

Olalquiaga, quien defiende la necesidad de un cambio político en Venezuela, también afirma que se requiere de la participación de todos los sectores para lograr el objetivo que se plantea.
El representante de Conindustria, opina que sin el apoyo de la empresa pública y entidades estatales importantes como Petróleos de Venezuela (Pdvsa), no se obtendrá mayor impacto y el paro general solo se convertirá en desgaste y retroceso.
Por su parte, Yorman Hernández de la Cámara de Comercio e Industrias de Caroní sostiene que los paros del sector empresarial recientemente han demostrado que no dan resultados concretos y ello simplemente repercute finalmente “en la crisis económica que estamos viviendo; no hay productividad, el sector empresarial está paralizado en la
práctica”.

Francisco Martínez, presidente de Fedecámaras también se ha pronunciado al respecto, aunque con cierta distancia.
El representante del máximo organismo empresarial del país -el cual en 2002 convocó a una huelga general-, difiere en la actualidad de un llamado a paro como salida a la crisis.

Martínez descartó la posibilidad de un paro nacional, advirtiendo que por el contrario, están tratando con grandes esfuerzos, de mantener abiertas las pocas empresas que aún quedan.
Huelga o paro cívico es la opción
Frente a la negativa de las principales patronales, a la oposición y a la sociedad civil que se mantiene en resistencia contra el gobierno de Nicolás Maduro les queda como opción la convocatoria de huelga nacional o paro cívico.
Ambas estrategias serían llevadas a cabo únicamente por los ciudadanos, quienes mantendrán el compromiso de paralizarse completamente, tanto a nivel laboral como personal. Así, lo han dado a conocer algunos dirigentes de la Unidad, que esperan el momento preciso para aplicar el llamado, que sigue en discusión.
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